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Lea las cinco noticias principales de este viernes, 29 de julio de 2022

Jóvenes del campamento de iniciación a deportes acuáticos en Proserpina. / J.M. ROMERO.

Multiaventura, deportes náuticos, robótica y drones o taller de naturaleza son las opciones que tienen los niños y adolescentes para pasar sus mañanas de verano en los campamentos municipales.

Una oferta de actividades que llegará a 480 menores y que sitúa a Mérida como la ciudad con mayor número de plazas públicas de la región en su oferta de ocio y tiempo libre.

El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, afirma que el consistorio recibió casi mil solicitudes para este programa estival. «Vamos a estudiar la posibilidad de aumentar el presupuesto destinado para los próximos años», anuncia.

De toda la oferta que hay, los deportes náuticos son de los más atractivos para algunos jóvenes. Christian Polo, de dieciséis años, comenta que eligió este campamento porque aúna deporte y agua, un imprescindible para pasarlo bien en verano.

Para aprender a manejar una piragua o en una tabla de paddle surf se van hasta el embalse de Proserpina. De lunes a viernes se dan cita en la charca un grupo de treinta jóvenes que los monitores dividen en equipos para practicar los diferentes deportes como el paddle surf, piragüismo y esnórquel. No es necesario que tengan experiencia previa, porque para eso son estos campamentos. «El paddle surf, es el que más les suele costar, es difícil mantener el equilibrio, pero también es lo que ellos buscan, caerse y refrescarse», comenta Álvaro Crespo, uno de los monitores. Mientras, el piragüismo es el deporte que crea más adeptos.

Según comenta Crespo, muchos chavales prueban la piragua en los campamentos de verano y luego se inscriben en la escuela de piragüismo de la ciudad para el resto del año. Pero más allá del deporte, el objetivo de estas actividades está «en que socialicen entre ellos y conozcan a gente», comenta el monitor. Por eso mismo estos campamentos se engloban dentro del programa Joven Ocio 13 del Ministerio de Sanidad, con el objetivo de acercar a los jóvenes menores de edad a «un ocio activo, saludable y basado en la educación en valores», apunta Osuna.

El náutico es el único que se desarrolla fuera del término urbano, por ello el Consistorio ha puesto a disposición de las familias un autobús que les lleva desde la ciudad hasta la charca. El precio es de 10 euros por 10 días «muy asequible para las familias», apunta el alcalde. Sale a un euro por cada mañana.

El resto de campamentos, como el taller de Naturaleza, se desarrolla en conjunto con Adenex, y realizan actividades relacionadas con la ornitología, la botánica, la basuraleza o la fotografía. El campamento de robótica y drones también llama la atención entre las nuevas generaciones, en este caso aprenden tecnología y programación de videojuegos con piezas de lego.

Además, cabe destacar que los talleres que desarrollan en los campamentos urbanos son inclusivos.

Todas las ofertas de las quincenas han completado sus plazas y se han creado listas de espera, de ahí el interés del Ayuntamiento por llegar a más gente.

En El Economato también se oferta el campamento musical que imparte Juan Flores Chino. El miércoles arranca un taller de guitarra eléctrica hasta el 11 de agosto. Practicarán de diez a dos. Para esta modalidad, cada participante deberá llevar su propio instrumento junto con el material, guitarra eléctrica y amplificador.

Por la tarde, entre las cuatro y las ocho, Chino impartirá sesiones para guitarra de acompañamiento. Desde el Ayuntamiento explican que esta oferta musical no está abierta solo para un grupo de edad concreto. Quieren llegar a todos los aficionados a la guitarra eléctrica para que intercambien impresiones con un músico profesional.