Son 112 páginas, no demasiadas para un tomo recopilación dirán ustedes, pero menudas 112 páginas. Dicen que las mejores fragancias vienen en frascos pequeños y adueñándome de esta frase y retocándola un poco he de decir que algunos de los mejores cómics vienen en tomos pequeños. Ese es el caso de este Estela Plateada Réquiem que Panini recupera a través de su colección de "debes tener", es decir, los Must Have de los que ya hemos hablado mucho en esta sección.
Nos encontramos ante una combinación que no es fácil de mezclar, pero que funciona a la perfección cuando se consigue fusionar correctamente: un cómic sobre la muerte que tiene como principal razón de existir el mostrar un homenaje a la vida. Esta obra, guionizada por el gran Joe Michael Straczynski y dibujada con el toque realista y especial de Esad Ribic, nos trae a la palestra un precioso final para uno de los personajes más míticos del universo Marvel: Estela Plateada (Silver Surfer). Un final de verdad, sin trampas, escapatorias o resurrecciones, es decir, como la vida misma.
Arrancamos nuestro análisis con el apartado técnico: 112 páginas, guion de Joe Michael Straczynski, dibujo de Esad Ribic, tapa dura, contiene Silver Surfer: Requiem 1-5 y su precio es de 15 euros.
Lo primero que hay que decir de este Réquiem de Estela Plateada es que un cómic basado en la libertad del guionista. ¿Qué quiero decir con esto? Que la Casa de las Ideas permitió a Joe Michael Straczynski darse el lujo de poner punto final al personaje sin la típica trampa del "ojo, que este último diálogo es un guiño a que está vivo". Lo quería ‘matar’ y lo ‘mató’. Esta historia significa el final real del personaje para Straczynski, pero atención, no para el resto del universo Marvel. Traducción: Estela Plateada muere en esta historia autoconclusiva, es un homenaje hacia su figura y su trayectoria, pero otros autores podrían seguir explotando la figura de Silver Surfer por otro lado.
Esta decisión que en su día tomaron en Marvel beneficia a los lectores que se van a encontrar una historia real de muerte que es un homenaje a la vida. Straczynski se luce con su propia visión de cómo acabaría la vida del que fuese heraldo del temible devorador de mundos, Galactus, y esa libertad que no le obligaba a dejar un rastro de resurrección del personaje hace que el guion emocione de verdad. Se nota y se siente que el personaje muere y quizá si solo fuese una trampa para el lector con un posterior final feliz, esa magia de disfrutar de sus últimos días de vida se perdería. Como digo, no es el caso de este Réquiem.
En cuanto a la historia en sí y por supuesto sin spoilers, mencionamos lo esencial. Estela Plateada se encuentra ante sus últimos instantes de vida y mientras aliados como Los 4 Fantásticos o el Doctor Extraño intentan buscar una solución, el anteriormente conocido como Norrin Radd buscará disfrutar de la vida y de lugares como el planeta Tierra o su hogar natal, Zenn-La. Mientras unos buscan que viva, él disfruta de la vida.
Ya hablamos en su día de Esad Ribic cuando reseñamos el Thor Carnicero de Dioses de Jason Aaron. Este artista croata tiene un dibujo muy personal, muy humano como me gusta decir a mí debido a su realismo. Es un dibujo de cuadro de museo, por decirlo de manera coloquial y para que todo el mundo me entienda. Aquí un buen ejemplo de lo que estoy diciendo.
El dibujo, color y entintado de este Réquiem le da un salto más de calidad y sobre todo de verdad a la hora de contar lo que nos quiere mostrar Straczynski. Permite, a través de ese dibujo, sumergirse al lector en una obra que tiene mucha filosofía en sus viñetas, la cual le otorga una grandiosidad tremenda a ese universo maravilloso e infinito que recorre Estela Plateada a bordo de su tabla de surf. 112 páginas que tardarás en ir pasando para recrearte en la excelencia del dibujo de Ribic.
Hemos hablado del guion y del dibujo, pero quiero volver un poco al principio de esta reseña para hacer hincapié en el texto... en las conversaciones. Cualquiera que se acerque a esta obra tendrá la oportunidad de vivir momentos maravillosos visualmente a la vez que reflexionará sobre lo que acaba de leer en cada una de las viñetas. Pongo el foco en dos momentos, uno con Spiderman hablando de cómo solucionar los problemas de la humanidad y otro en el corazón de la galaxia con dos gobernantes cuyos peregrinos argumentos pondrán de nuevo de manifiesto lo que todos sabemos: la absurdez de todas las guerras. Estamos ante un cómic muy adulto, aunque recomendado igualmente para cualquier tipo de lector que quiera poner sus ojos en sus páginas.
En conclusión, este Must Have de Estela Plateada es una obra tremendamente atractiva en todos los sentidos, tanto para un novato en este mundo como para aquellos que marcan como favorito en sus comictecas a este personaje de La Casa de las Ideas. Una lección contundente para aquellos que dicen aún en pleno año 2022, sin conocimiento y sin razón, que los cómics son para niños. Lo dicho: tabla de surf al hombro y adelante con este Réquiem de Straczynski y Ridic.